La inmutabilidad protege los datos de ser borrados o modificados, asegurando que los datos estarán disponibles después de un incidente. Disponer de varias capas de almacenamiento inmutable en función de su diseño de red (tanto en la nube como en las instalaciones locales ) crea una redundancia y reduce el riesgo de pérdida de datos al proporcionar una protección de extremo a extremo de estos.